(El latué, “kalku-mamüll, "palo malo"; una de las plantas alucinógenas usadas por machis y que pueden utilizar también los brujos chilotes)
De la segunda edición de mi libro "La Recta Provincia. Una cofradia de brujos en el sur de Chile", uno de los agregados que irán, será sobre las "Hierbas, Pócimas y Venenos de los Brujos". Aquí un extracto:
"Podemos considerar a los brujos chilotes auténticos chamanes que recurren a técnicas de éxtasis, para obtener conocimiento. Pero además como en todo chamanismo hay uso de plantas, para el logro de “estados místicos” y para dar enfermedad o muerte. Este poder del brujo comprende entonces: viajar espiritualmente, obtención de sabiduría y además enfermar y matar. Por ello, han sido temidos siempre en Chiloé. Cuando ocurre alguna desgracia, tiene que haber un causante: el brujo.
Una de las formas más comunes de realizar el mal es a través de venenos. El expediente referido al proceso contra los brujos da cuenta de ello. Uno sería el “bocado”, que según consta en tales autos, se prepararía con lagartijas y sapos tostados con sal, tomando lo anterior con agua bendita.
El acto de dar brebajes malignos por el brujo se llama “enyerbar”.
Hay un tema que nadie hasta ahora había insinuado, que creemos importante tratar. Y es acerca de la posibilidad que muchas de las cosas que se cuentan de los brujos chilotes, como sus poderes de volar, ver a distancia, transformarse en animales, etc. se debiese a algún ungüento o droga natural, tal como según ciertos estudiosos ocurrió respecto a las brujas europeas. Pensamos que de ser el caso, habría una planta, que por lo demás era muy usada por los indígenas del sur chileno, que reuniría las cualidades alucinatorias necesarias para el viaje iniciático. Nos referimos al latué (latua pubiflora), no por nada conocido como “kalku-mamüll”, “palo de los brujos” o “palo malo”. Se trata de un arbusto que da flores violáceas, de bello aspecto que se da en la zona costera que va desde Valdivia a Chiloé. Según el padre Ernesto de Mösbach se trataría de un “Vegetal diabólico; una de las plantas más tóxicas del país. Su infusión trastorna la mente y quebranta su resistencia contra intenciones torcidas y hasta causa la muerte. Crece este siniestro arbusto en la cordillera Pelada de Osorno, especialmente en su parte sur, llamada Pucatrihue ”
Interesantes son las calificaciones de “diabólico”, “siniestro”, que señala el célebre botánico capuchino. La planta es una solanácea, por tanto contiene claros elementos alucinógenos. Hay constancia de uso por parte de los machis mapuche que vivían en y fuera de Chiloé.
En relación con lo mencionado podríamos indicar a otra materia vegetal conocida por los brujos. Nos referimos al Pahueldún. Sería “un bastón o cayado que el Thrauco utiliza para ayudarse a caminar. Para el Thrauco es trabajoso caminar o estar de pie debido a las deformaciones de sus pies, a los que le falta parte de los dedos. Lenz dice: “es una especie rara de árbol de que científicamente se llama Cynoctomun pchyphylum”. Para Cañas, es un arbusto medicinal. Solo la cultura chilota asocia el término directamente con la brujería”.
El tema es sumamente interesante, y, como en muchas cosas relacionadas con la Mayoría o Recta Provincia, hay un velo de hermetismo casi infranqueable...
El tema es sumamente interesante, y, como en muchas cosas relacionadas con la Mayoría o Recta Provincia, hay un velo de hermetismo casi infranqueable...
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